Música criolla del Perú
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MUSICA CRIOLLA DEL PERU

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Historias Criollas

Jesús Vásquez y Lorenzo Humberto Sotomayor –
Sueño y Realidad


Jesús Vásquez y
Lorenzo Humberto Sotomayor

Las carreras artísticas de Jesús Vásquez y Lorenzo Humberto Sotomayor, dos leyendas de la canción criolla peruana, tuvieron un inicio deslumbrante en la segunda mitad de los años 30.

Jesús Vásquez había debutado como cantante a la temprana edad de 18 años y había participado cantando el vals El Plebeyo, de Felipe Pinglo Alva, en la película nacional El Gallo de mi Galpón en 1939. Esta actuación y sus presentaciones públicas en la radio y distintos escenarios la llevaron en cortísimo tiempo a adquirir fama y popularidad local. Su voz tierna y dulce, provista de matices hasta entonces desconocidos en la canción criolla, causaron gran admiración entre los entendidos. La Revista La Lira limeña, en un concurso organizado por el músico e investigador Aurelio Collantes, la eligió como Reina de la Canción Criolla en 1939. Posteriormente en uno de sus viajes al exterior (Argentina) grabó con el Conjunto Típico Peruano algunos temas, pero que no trascendieron en el mercado peruano.

Los Chalanes

Lorenzo Humberto Sotomayor era ya un renombrado pianista en los treinta. De educación músical autodidacta y contra el deseo de su familia, Sotomayor había pasado su carrera empezando con interpretaciones en cineteatros (ambientando musicalmente las películas mudas) y llegando a convertirse en de pianista principal de Radio Western. En este ambiente, dominado por el jazz, el one-step y otras tendencias modernas, fue desarrollando su sentido por las armonías. Su carrera como músico criollo empezó a fines de la década al componer el vals El Solitario, un gran suceso de la época. Como escribe el periodista David Hildalgo en su artículo Corazón eterno "en los años siguientes la inspiración de este hombre fue brotando en temas como Pasión, Olvidame, Mi tesoro o mi Pena, los dos últimos ya en los años cuarenta. Cada cual con considerable éxito, pero era sólo el principio".

Efectivamente, en 1944 su esposa Elvira cayó enferma de consideración. Los médicos recomendaron operarla, con todos los riesgos inherentes en esa época. Sus amigos trataban de animarlo haciendole algunas bromas, pero él les respondía: "reír, quién habla de reír". Allí nació el vals Corazón, un tema que uniría su destino con el de Jesús Vásquez.

Jesús Vásquez

Lorenzo Humberto Sotomayor había fundado el Conjunto Los Chalanes en 1944 y ya era, en su calidad de músico, arreglista y pianista principal, padrino artístico de Jesús Vásquez y vio este vals como ideal para la fina y melodiosa voz de la flamante Reina de la Canción Criolla. Don Lorenzo organizó una serie de sesiones de grabación en Chile en la cual participaron Jesús Vásquez y Los Chalanes, bajo su dirección. Se escojieron los siguientes 3 temas para Jesús Vásquez:

Corazón. Vals de Lorenzo Humberto Sotomayor.

Burla. Vals de Lorenzo Humberto Sotomayor.

Sueño y Realidad » Vals de Ernesto Samamé y Pepe Ladd (guitarristas del Conjunto Los Chalanes).

El éxito, ya esta vez nacional, de Jesús Vásquez con estas grabaciones fue enorme y el vals Corazón se convirtió con los años en uno de los más emblemáticos temas criollos nacionales. Burla tuvo también gran éxito y ha sido interpretado desde entonces, por diversos cantantes criollos. Sueño y Realidad, de gran éxito radial y de ventas, pasó a un segundo plano al aparecer en el lado B del vals Corazón, el cual obtuvo la principal atención de la prensa y el público. Las melodías armónicas de Lorenzo Humberto Sotomayor, así como las innovadoras primeras guitarras tocando al unísono aumentaron el atractivo de estas grabaciones, generando admiración. La música de Los Chalanes cambió totalmente el ambiente criollo, acostumbrado hasta entonces a los dúos y tríos.

Letras de Sueño y Realidad

La aparición de un conjunto de cuatro voces, dos primeras guitarras y, también por primera vez, con un contrabajista en primera plana fue impactante y causó sensación en los auditorios radiales y teatros de la ciudad. Insólitamente además en aquellos tiempos, Los Chalanes interpretaban principalmente temas compuestos por ellos. Los Chalanes alternaban sus grabaciones con permanentes giras, tanto al interior como al extranjero. En Chile fueron aclamados por el público y por la prensa local, que tuvo grandes elogios hacia ellos.

Jesús Vásquez llegó a la cima de popularidad nacional y empezó a trasponer fronteras, llegando a ser muy popular en Chile, Argentina y Ecuador. Su carrera llegó a la cúspide, cuando junto a otros grandes de la canción criolla fue reconocida por la Organización de Los Estados Americanos como Patrimonio Artístico de América en 1987.

A pesar de los innumerables éxitos, honores y reconocimientos obtenidos por Los Chalanes y Jesús Vásquez en años posteriores, esas grabaciones inmortales que realizaron en Santiago en 1945 quedaron como eslabón esencial en las carreras artísticas de estas figuras legendarias del criollismo. El Sueño que Jesús Vásquez y Lorenzo Humberto Sotomayor tuvieron al iniciar sus carreras se convirtió en Realidad.

Pepe Ladd, 11 de Noviembre de 2013

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