Halloween o Dia de la Cancion Criolla?
Con el propósito de ayudar a mis compatriotas a responder esta antiquísima pregunta, tan de moda cada mes de Octubre, les cito el siguiente un artículo escrito por el inmortal compositor peruano Don Mario Cavagnaro:
"Muchachos, voy a decirles algo que tal vez les produzca sorpresa: si en este momento de la vida yo tuviera los 18 ó 20 años que tienen ustedes, tengan por seguro que yo también me hubiera ido con ustedes de halloween. Y más aún, si cuando yo tuve mis 20 años, el Halloween hubiera tenido la presencia que tiene ahora, es igualmente seguro que lo hubiera preferido para ir a bailar. A pesar de que para entonces el Día de la Canción Criolla tenía ya algunos años de instituido.
La explicación es muy simple y meridianamente clara: no se puede amar lo que no se conoce y muchos jóvenes hoy no conocen la música criolla; como tampoco la conocía yo en esa etapa de mi juventud, en la que compartía con mis amigos las preferencias musicales de nuestra generación.
Nuestra juventud estuvo mecida en el vaivén de la música norteamericana de entonces, cuando las bandas de jazz como las de Glenn Miller, Tommey Dorsey o Duke Ellington, nos hacían disfrutar hasta el delirio con sus inolvidables interpretaciones orquestales.
Después llegaron Los Panchos y enseguida, Dámaso Pérez Prado. Todo era entonces boleros y mambos en un colorido musical en el que la música criolla era totalmente ajena para la mayor parte de la juventud de mi generación. Aún recuerdo una frase socarrona que surgía a veces entre el fragor de la jarana: "...y ahora un vals para los viejos!"
Pero algo ocurrió en 1952. Hice canciones criollas aportando una fulgurante novedad, pues en sus versos introduje el idioma coloquial de la juventud (la replana). Asociada esta propuesta con la interpretación de un dúo extraordinario, Los Troveros Criollos, para cuyo estilo mis canciones caían como anillo al dedo, el éxito fue arrollador. No podría decir, si mis canciones se apropiaron de la juventud o si la juventud se apropió de mis canciones, pero por varios años después y con el aporte de otros magníficos compositores, el sonido musical de la fiesta limeña cambió radicalmente. En aquellos días no había fiesta donde no se bailara Yo la quería Patita, Carretas aquí es el Tono, etc".
A este artículo yo añadiría lo siguiente: el apogeo de la música criolla de 1940 a 1960 se dio en una época donde brillaron la Sonora Matancera, Los Panchos, Celia Cruz y otros; la música argentina, cubana, mexicana y norteamericana copaban las emisiones radiales. Sin embargo se logró este apogeo con calidad y nada más que con calidad. No temamos pues a la competencia, que para todo hay sitio. No hay necesidad de boicotear o criticar otras alternativas. Simplemente ofrezcamos a nuestra juventud un producto nacional criollo, que esté a la altura de sus expectativas.
Pepe Ladd, 24 de Octubre de 2012
|