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Callecita encendida (Chabuca Granda)
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Callecita encendida – Uno de los primeros valses peruanos compuestos por Chabuca Granda.
Estas canciones de su primera etapa como compositora, entre las que figuran Lima de veras, Mi Ofrenda, Fina Estampa y La Flor de la Canela, fueron sumamente controvertidas. Por una parte, sus admiradores resaltaban las innovativas melodías y belleza de sus letras. Por otra parte, sus detractores criticaban la idealización de la Lima colonial y aristocrática en sus letras y la falta de sabor criollo en sus melodías.
Aplacando esta última crítica, Chabuca Granda trabajó en repetidas oportunidades con el trío Los Troveros Criollos, integrado por Lucho garland, Humberto Pejovés y Pepe Ladd. Aunque las canciones de Chabuca Granda fueron posteriormente interpretadas por diversos y emblemáticos intérpretes del cancioneros criollo, ellas nunca sonaron tan inmensamente criollas, como en grabaciones como ésta de Callecita encendida.
Es de resaltar que por las letras de este vals (“Zambitas y señoritas saltan de la cama a ver. Unas salen a la calle y otras al balcón asoman”), se tildó a Chabuca Granda de racista. A lo largo de su biografía la compositora se encargó de demostrar todo lo contrario.
Los Troveros Criollos grabaron dos veces el vals Callecita encendida; ésta fue la primera grabación realizada en 1957. La segunda grabación hecha en 1963 fue dirigida por la misma Chabuca Granda y Lucho Garland e incluída en el famoso e histórico disco Lo Mejor de Chabuca Granda.
CALLECITA ENCENDIDA – LETRAS Noche de serenata, caricia de guitarra.
Se quiebran en el aire gritos del corazón.
Despierta si estás dormida y deja la puerta abierta.
Déjame entrar, alma mía; despierta si estás dormida.
Ay, callecita despierta que el amor está rondando.
Si lo pediste soñando ya lo puedes ver despierta.
Levanta pronto la aldaba que lo detiene a tu puerta
y hazlo pasar que te trae una jaranita nuestra.
Zambitas y señoritas saltan de la cama a ver.
Unas salen a la calle y otras al balcón asoman.
Candelitas encendidas que melancolía aroman,
pasan las horas perdidas detrás de una celosía.
"Mamita, mi señorita qué le manda su merced",
así dicen los mocitos cuando la candela prende.
Y entre rumor de jarana y una mirada escondida
va esperando la mañana la callecita encendida.
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