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Noche de serenata, caricia de guitarra.
Se quiebran en el aire gritos del corazón.
Despierta si estás dormida y deja la puerta abierta.
Déjame entrar, alma mía; despierta si estás dormida.
Ay, callecita despierta que el amor está rondando.
Si lo pediste soñando ya lo puedes ver despierta.
Levanta pronto la aldaba que lo detiene a tu puerta
y hazlo pasar que te trae una jaranita nuestra.
Zambitas y señoritas saltan de la cama a ver.
Unas salen a la calle y otras al balcón asoman.
Candelitas encendidas que melancolía aroman,
pasan las horas perdidas detrás de una celosía.
"Mamita, mi señorita qué le manda su merced",
así dicen los mocitos cuando la candela prende.
Y entre rumor de jarana y una mirada escondida
va esperando la mañana la callecita encendida.
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