|
|
|
|
Se acerca ya la noche con vuelo aligerado
las aves van volando, sus nidos a buscar.
Cuan anida y sonriente cual muere una esperanza,
yo veo en la ondananza su luz crepuscular.
Que triste, que triste es la vida en la montaña
sin luz en la cabaña, sin nadie a quien amar.
Ausente de mi madre bendita que me adora
y que en silencio llora en su lejano hogar.
El león entre la selva ya ruge fieramente
y silba la serpiente, allá en el matorral.
Yo escucho conmovido los ayes de ternura
de aquella criatura, que sufre por su hogar.
Tal vez es mensajero de la alta melodía
el beso que me envía,el ángel de mi amor.
Tal vez, es de mi madre la frase cariñosa
que llega hasta hasta mi choza, cual eco arrullador. |
|
|
|
|