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No te avergüences limeña de tu barrio del ayer,
ni tampoco de aquel sitio que un día te vio nacer.
No te avergüences hoy día que vives en gran mansión
y recuerda con cariño que naciste en callejón.
¡Callejón, que antes fue tu dulce hogar!
¡Callejón, no lo debes olvidar!
¡Callejón, donde tu vida has pasado,
no le dejes olvidado por una hermosa mansión!
Recuerda que sus paredes, hoy por la humedad roídas,
por el tiempo envejecidas, son de Lima, tradición.
Recuerda que entre sus muros se forjaron mis poemas,
que brotaron de limeña nacida en callejón. |
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